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Aprende cómo tener una mente más enfocada y más eficiente con Mindfulness

Mindfulness significa atención consciente en inglés. El entrenamiento de la atención a partir de la práctica de mindfulness es muy útil para tener una mente enfocada y eficiente.

¿Tienes tantas cosas que hacer en tu día a día que te cuesta centrarte? ¿Vas saltando de una actividad a otra sin terminar ninguna de ellas? ¿O te quedas bloqueado/a por no saber por cual de ellas empezar? ¿Tu mente no te deja descansar ni un momento? 

Si es así, necesitas aprender a enfocar tu mente.

Poner toda tu atención en algo es lo que te va a permitir enfocar la mente. Desde una mente enfocada, puedes tomar en cuenta más elementos y perspectivas, lo que te ayuda a una mejor comprensión de cualquier situación. Y al comprender, puedes ver más claramente las consecuencias de tus acciones.

En la práctica formal de la meditación, se suele prestar atención a la respiración, a los latidos del corazón o a las sensaciones corporales. Es decir, a algo que te mantenga en el momento presente. Esto te permite mantener tu mente enfocada en lo que estás haciendo, siempre desde una actitud amable y de total apertura. Mindfulness nos enseña a llevar esta práctica meditativa, tan utilizada en oriente, a cada actividad del día a día.

Investigaciones sobre mindfulness

Numerosas investigaciones han demostrado que la práctica de mindfulness mejora la comprensión lectora y la capacidad de memoria, y reduce la ocurrencia de pensamientos distractores. También, se ha visto que reduce los síntomas de ansiedad, e incrementa la autoestima y la calidad del sueño.

Personalmente practico la meditación desde hace mucho tiempo. Y desde que empecé, siempre he pensado «qué bien me siento este ratito que estoy sólo centrada en mi respiración, sin atender a nada más que eso». Ahora, desde que practico mindfulness, entiendo mejor el porqué de ese bienestar cuando mi mente está enfocada.

¿Cómo se consigue mantener tu plena atención mental sólo en lo que estás haciendo?

El objetivo de la práctica de mindfulness es aumentar nuestra habilidad de atención. Y para ello es necesario aprender a estar en calma. Es sólo desde la calma que puedes conseguir mantener la atención. Puedes fijarte en cualquier actividad que realices, y darte cuenta de que si tienes cierta inquietud o nerviosismo, tu capacidad de concentración disminuye y el número de errores que cometes es mayor.

De ahí la importancia de aprender a llegar a un estado de calma. Y desde ese estado, es más fácil dirigir la atención y mantenerla, a pesar de las distracciones que puedan sucederse.

Hay muchas técnicas que nos ayudan a llegar a ese estado de calma tan importante para tener una mente enfocada y eficiente. Pero quizás la más sencilla es a través de la respiración.

En Mindfulness se practica una respiración que se llama «la respiración ancla». El nombre se debe precisamente a que es una respiración que te mantiene «anclado» en el momento presente.

Aquí te dejo un ejemplo de cómo puedes realizarla:

Práctica para la calma: La Respiración Ancla

  • -Cierra los ojos y pon una mano en tu vientre. Siente cómo sube con la inspiración, y cómo baja con la exhalación.
  • -Continúa sintiendo la respiración en tu vientre. Al soltar el aire, deja que salga toda la tensión. Inspira y con cada exhalación tu cuerpo se va relajando más y más.
  • -Inspira y exhala siempre por la nariz, y observa tu respiración.
  • -Lleva tu conciencia a tu nariz, a tus fosas nasales y toma conciencia de tu respiración. Percibe la entrada y salida del aire. Nota como el aire que entra es más frío y el que sale es más cálido.
  • -Cuando notes que te has dejado llevar por tus pensamientos, amablemente trae de vuelta tu mente a la respiración.
  • -Sea lo que sea que surja –pensamientos, emociones, sensaciones- dale la bienvenida sin juzgarlas, y luego lleva de nuevo tu atención a la respiración.
  • -Poco a poco vas a ir alargando la exhalación. Ve contando cada exhalación que realices, 1…, 2…, 3…. No importa el número al que llegues. Se trata de estar presente en cada exhalación, haciéndola única. Si en algún momento pierdes la cuenta, vuelve al último número que recuerdes haber contado.

Es un ejercicio que puede durar tan sólo unos minutos, pero con el que se consiguen unos resultados espectaculares. ¡Pruébalo y verás!

Mindfulness, un estado de conciencia

Hay muchos ejercicios de mindfulness con los que puedes practicar a lo largo del día. Al final, de lo que se trata es de incorporarlo a tu vida en cualquier momento y en cualquier situación. Ya que mindfulness es en realidad un estado de conciencia desde el que vivir la vida en el momento presente.

Puedes hacer mindfulness mientras comes, mientras te cepillas los dientes, o mientras conduces tu coche. Y si en cualquier momento te sientes inquieto/a o distraído/a, y necesitas centrarte, recuerda realizar tres respiraciones conscientes. Llévate a un estado de calma, y tu mente se enfocará con más facilidad.

No se trata de quedarse sin pensamientos, sólo se trata de estar presente estés haciendo lo que estés haciendo.

Si estás aprendiendo a realizar una nueva tarea que requiera cierta destreza, lo aprenderás antes si estás atento a las señales de tu cuerpo, en calma. Si lo haces desde la impaciencia, te alejarás de tu objetivo y te costará más tiempo y esfuerzo.

En este link puedes leer otros artículos sobre la práctica de mindfulness.

Y recuerda: ¡calma y enfoque!

¿Quieres iniciarte en la práctica de Mindfulness?

yolanda

Comments:

  • Blogsikka
    10 marzo, 2018 at 10:44 am

    Gracias por este regalo

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