Pautas para iniciarse en la Meditación
Para conseguir los objetivos que nos marquemos durante una meditación, es importante mantener unas pautas básicas desde el principio.
1-En primer lugar, la postura. Es fundamental que nos sintamos cómodos en la postura. Podemos estar sentados o tumbados (siempre que no nos durmamos), con la espalda recta y la barbilla ligeramente hacia abajo, como si tuviéramos un hilo imaginario que sale de nuestra coronilla hacia el techo. Las piernas pueden estar cruzadas en postura de loto o semiloto, o si nos sentamos en una silla, con los pies apoyados en el suelo. Los hombros relajados, y las manos apoyadas sobre los muslos o en el regazo, realizando, si se quiere un mudra (posición que se realiza con los dedos de las manos que nos permiten canalizar adecuadamente la energía). Hay que sentir la estabilidad de la postura, y acomodarse en ella.
2-Para la relajación es muy importante controlar la respiración. La respiración es muy importante para el bienestar interior, además un correcto flujo asegura una meditación bien hecha. La siguiente pauta ayuda a conseguir que la respiración profunda sea fácil y casi automática:
Comienza por inspirar en respiración completa, contando mentalmente 1, 2, 3, 4. Después contén la respiración contando 1, 2, 3, 4. Y por último exhala contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8. Notarás que ahora tienes que aspirar más profundo para luego ir soltando el aire necesario para llegar hasta el 8.
3-Para calmar la mente se pueden utilizar diferentes técnicas:
Por ejemplo, en la meditación trascendental, se permiten las cadenas de pensamiento pero sin implicarse en ellas. Las visualizaciones en las que se provocan imágenes voluntariamente y no son fruto del capricho espontáneo de la mente, al igual que se hace en la meditación guiada. La observación de ciclos vitales, por ejemplo la respiración, los latidos del corazón, la atención en el 3er ojo. También podemos utilizar la creación de nuestra Caja de Conversión de Energía: es una construcción mental que creamos nosotros, que se puede llenar con todas nuestras preocupaciones, miedos, dudas, etc. Esto nos permite dejarlas a un lado, liberándonos y descargándonos durante la meditación de todo aquello que nos limita. En la Meditación guiada podemos realizar visualizaciones con diferentes objetivos. Nos ayudan a desconectar de las preocupaciones, a restablecer la energía interior, conseguir la armonía interior y mental, sentirnos más seguros, valorados y apreciados. También pueden servir para mejorar la ansiedad, conciliar el sueño, mitigar el estrés.
SI QUIERES EMPEZAR A MEDITAR, LO MEJOR ES HACERLO EN GRUPO
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