El poder de la intención, o cómo sacar a la luz el potencial de tu conciencia y de tus pensamientos
El poder de la intención
Sobre el poder de la intención y la naturaleza de la conciencia se han escrito varios libros, y se han realizado numerosos estudios científicos.
Según la física cuántica, el acto de la atención afecta a la realidad física, debido al efecto del observador. ¿Qué ocurre entonces si introducimos la intención de provocar deliberadamente un cambio? ¿Atención + Intención?
Quizás una de las personas que más ha trabajado sobre el poder de la intención ha sido Lynne McTaggart. Ella es una periodista de investigación muy reconocida, que ha escrito varios «bestsellers». Entre ellos, El Experimento de la Intención, en el que empezaba haciendo estas preguntas:
¿Tiene la mente algún poder sobre la materia?
¿Es posible que nuestros pensamientos, nuestros deseos y oraciones puedan producir cambios objetivos en el mundo?
¿Son los pensamientos meros procesos cerebrales que sólo afectan al mundo en la medida en que nos llevan a la acción?
¿O hay algo más?
A partir de ahí, basándose en numerosas pruebas científicas, muestra cómo:
«los pensamientos e intenciones son mucho más poderosos de lo que pensábamos, pues poseen una energía que puede cambiar la realidad física».
Desde entonces, no ha parado de investigar sobre el poder de la intención. Ha realizado cursos, talleres y conferencias por todo el mundo. Y ha puesto en marcha numerosos estudios y prácticas con el poder de la intención.
Yo he tenido la suerte de participar en uno de sus seminarios. Y he podido conocer de primera mano cómo trabajar con el poder de la intención para conseguir resultados concretos. Porque como ella indica, no todos los pensamientos tienen el mismo poder.
El poder de la intención en grupo
De todas las experiencias recogidas durante más de 10 años, quizás el descubrimiento más interesante se refiere al poder de la intención grupal. Se ha demostrado que varias personas enviando al mismo tiempo la misma intención, producen un efecto que es exponencial.
Además, se ha comprobado que el beneficio no sólo lo obtiene el sujeto al que se dirige la intención. Sino que el poder de la intención va más allá. Se ha visto que afecta también positivamente a las vidas de las personas que actúan como emisores de la intención. Esto es lo que se ha llamado «efecto boomerang» o «efecto espejo».
Por lo tanto, el poder de sanación que cada persona tenemos de forma innata, se ve potenciado cuando trabajamos en grupo. Y los mayores beneficios que podemos obtener se producen cuando dirigimos nuestra intención hacia otra persona (en lugar de dirigirlo a nosotros mismos). Es decir, cuando nosotros nos quitamos de en medio. Cuando nuestra atención se dirige hacia otra persona, lugar o situación.
Una mente enfocada con el poder de la intención
Como decía al principio, no todos los pensamientos tienen los mismos efectos. Para conseguir transformar nuestras vidas con el poder de la intención, es necesario trabajar en unas determinadas condiciones.
Es muy importante desarrollar la capacidad de enfocar tu mente. Y además, de mantenerla enfocada durante el tiempo que dura el envío de la intención. Es decir, estar en estado de conciencia plena.
Para ello, prácticas como mindfulness te pueden ayudar a conseguirlo. Uno de los pilares más importantes de la práctica de mindfulness es la mente enfocada. Esto significa poder mantener la atención plena en aquello que estés haciendo, sin interferencias, ni dejarnos llevar por otros pensamientos que puedan aparecer.
¿Cómo conseguir una mente enfocada?
Para llegar al enfoque, lo primero que hay que trabajar es con la «calma». Si tu estado emocional es agitado o inquieto, es más difícil que puedas llegar a enfocar tu mente. Por eso, el primer paso sería conseguir estar en un estado de calma. Para esto, la mejor herramienta de que disponemos es la respiración.
Existen numerosas técnicas de respiración que te facilitan poder llevar a tu cuerpo y a tu mente a ese estado de calma tan necesaria para trabajar con la atención y el enfoque.
Para mí una de las más efectivas, cuando trabajamos con el poder de la intención, es la respiración de la Coherencia Cardíaca. Esta técnica desarrollada por el Instituto HearthMath de Estados Unidos, te permite tranquilizar el corazón, y entrar en un estado de coherencia. Y cuando hablamos de coherencia, nos estamos refiriendo al estado de máximo equilibrio a nivel fisiológico, mental y emocional. Cuando estás en coherencia, es más fácil acallar tu «parloteo mental».
Se sabe que las emociones de todo tipo se reflejan en nuestro ritmo cardíaco, ya que lo que sentimos provoca cambios en nuestro sistema nervioso, que afecta el patrón del ritmo cardíaco. Este patrón se transmite desde el corazón al cerebro, e influye en la forma en que el cerebro procesa la información. Así, si tranquilizamos el corazón, calmamos también la mente.
En este otro artículo del blog puedes ver cómo se realiza la Respiración de la Coherencia Cardíaca.
¿Cómo llegar a un estado de conciencia plena?
Entrenar tu corazón y tu mente para estar en calma es el primer paso para el estado de conciencia plena.
La conciencia plena no es lo mismo que la simple concentración. Sino que hay que ir un poco más allá, para ser capaz de prestar una atención mental plena en cada momento.
La meditación es una buena práctica para entrenar el estado de conciencia plena. Y este estado nos es muy útil para trabajar con el poder de la intención. Este estado te permite sostener la atención mental plena durante el tiempo que dura el envío de la intención.
También, el estado de conciencia plena te va a ayudar a desarrollar capacidades como la empatía y la compasión. Estas capacidades son importantes cuando trabajamos con el poder de la intención hacia otras personas, ya que nos van a permitir establecer una mejor conexión con ellas.
La importancia del ambiente
Hay estudios científicos que resaltan la importancia del lugar desde el que se envían las intenciones.
¿Cuál es el ambiente ideal para trabajar con el poder de la intención? Lo mejor sería poder realizarlo en entornos naturales, lejos de zonas industriales. Pero si esto no es posible, al menos intentar que el ambiente esté armonizado, libre de contaminaciones electromagnéticas y de sustancias contaminantes.
Sé que es difícil aceptar la idea de que tus pensamientos puedan tener un efecto sobre tu realidad física. Pero afortunadamente hay suficientes evidencias científicas para que el poder de la intención no requiera un acto de fe.
Si quieres conocer más sobre este tema, y te interesa saber cómo trabajar con el poder de la intención, ponte en contacto conmigo