Tu energía vital: obsérvala y cuida de tu salud

Salud y energía vital son dos conceptos muy de actualidad.

El sábado pasado asistí en Barcelona al primer congreso Ondas y Vida, organizado por Ana María Oliva, experta en Biomedicina y fundadora del proyecto de las Áreas Sabio (Salud Bioenergética), del que formo parte.

Se habló mucho de salud y energía vital, y de cómo los campos electromagnéticos nos afectan negativamente en nuestro día a día, en nuestras casas, con los móviles que usamos, la electricidad, y un largo etcétera, pero también de las posibilidades que los campos electromagnéticos ofrecen al mantenimiento de nuestra salud.

En este artículo me gustaría transmitir algunos de los aspectos más interesantes de lo que en este congreso se presentó.

Eres energía e información

En primer lugar tengo que empezar diciendo, que si se realiza un congreso sobre Ondas y Vida, es porque tenemos que partir de la base de que somos algo más que materia, somos energía e información. Aquí tienes un dato impactante: «Por cada partícula material, hay 10 billones de fotones» Pero además, el cuerpo humano es una antena que no sólo capta la energía sino que también la emite.

Según las investigaciones llevadas a cabo por Fritz Albert Popp, biofísico alemán, los biofotones se pueden definir como pulsos armónicos, que se almacenan en el ADN, se propagan a la velocidad de la luz, y se encargan de conducir la información sobre cómo está y qué mecanismos de autorregulación debe poner en marcha el organismo para mantenerse sano. Si se produce alguna alteración en la transmisión de la información por los biofotones, se produce un bloqueo energético, y si este bloqueo se mantiene en el tiempo, el desequilibrio se manifestará a nivel físico dando lugar a la enfermedad.

Por cada emoción que podamos experimentar, ya sea por ejemplo miedo, ira o rabia, se produce como respuesta una reacción bioquímica, y se emiten señales energéticas que alteran el flujo de transmisión de la información por los biofotones. En definitiva, todos los procesos vitales que se producen en el organismo son regulados por un flujo de energía vital e información permanentes.

Eres responsable de tu salud y tu bienestar

Como decía antes, cualquier alteración o desequilibrio se va a proyectar primero a nivel energético, de forma que sabemos que el campo bioenergético que nos rodea, y que nos nutre y a la vez nos protege del entorno, se va a ver afectado tanto por lo que pensamos, como por lo que sentimos, y por supuesto por los alimentos y el agua que ingerimos, los productos cosméticos que usamos, contaminantes, productos químicos, radiaciones, etc.

Cualquier acción o situación en la que participe nuestro organismo, va a tener una repercusión primero sobre tu energía vital, y después a nivel físico. Por lo tanto, es importante ser conscientes de ello para poder responsabilizarnos de nuestra salud, entendiendo la salud no sólo como la ausencia de enfermedad, sino como el equilibrio y el bienestar a nivel físico, psico-emocional y espiritual.

Las nuevas tecnologías para valorar salud y energía vital

Actualmente, gracias al desarrollo de nuevas y sencillas herramientas basadas en años de investigación científica, tenemos la oportunidad de conocer cual es el estado de nuestra energía vital, y de detectar posibles desequilibrios antes de que puedan convertirse en afecciones más importantes a nivel del cuerpo físico. Esto nos permite primero ser conscientes de cómo tratamos a nuestro cuerpo, y además poder actuar de forma preventiva poniendo en marcha estrategias de salud naturales y hábitos de vida saludables que nos permitan mantener un estado óptimo de salud.

Konstantin Korotkov, doctor en Física y catedrático de la Universidad de San Petersburgo  ha desarrollado una de esas herramientas, la tecnología GDV, que permite analizar las radiaciones electromagnéticas que emitimos las personas, y ver cómo se modifica el campo electromagnético en diferentes situaciones o ante determinados estímulos. Es decir, que disponemos de un sistema para poder ver rápidamente, de manera muy sencilla y no invasiva los efectos que cualquier situación emocional o de otro tipo, o cualquier producto tiene sobre nuestra propia energía vital.

En las imágenes tienes un ejemplo del efecto de la exposición al teléfono móvil sobre el campo energético, medido con la cámara GDV:

Antes de usar el móvil

Se ve claramente, que sólo con la exposición durante un tiempo limitado al teléfono móvil, todo el sistema energético de la persona se ve debilitado. Con este ejemplo podemos imaginar lo que le puede ocurrir a nuestra senergía vital, y como consecuencia a nuestro cuerpo, cuando le exponemos a las radiaciones emitidas no sólo por móviles, sino también por ordenadores, tablets, televisores, wifi,……

Meditación, energía vital y salud

Por otro lado, esta tecnología también nos permite ver el efecto de prácticas que ayudan a mantener un buen estado de salud, como la meditación, a través del equilibrio de los chakras o centros de energía:

Antes de la meditación

Después de la meditación

Los chakras son centros de distribución de la energía vital por el cuerpo. Existen 7 principales, y se sitúan sobre un canal energético que corre paralelo a la columna vertebral. Una buena alineación de los chakras se traduce en un correcto flujo de la energía vital. Cada uno de estos chakras tiene relación con una glándula endocrina, y con órganos y funciones determinadas de nuestro organismo. La tecnología GDV nos permite ver cómo con una práctica tan sencilla como la meditación podemos conseguir importantes beneficios para la salud.

Gracias a estas tecnologías puedes hacerte más consciente de aquello que perjudica tu salud para evitarlo, y también de lo que te puede ayudar a mantener un buen estado de salud. Cuando te haces consciente de ello, entiendes que tu salud es tu responsabilidad.

En el Área de Salud Bioenergética, trabajamos con un nuevo modelo de mantenimiento del estado óptimo de la salud y del bienestar, con las tecnologías más vanguardistas para observar el campo bioenergético humano (como la cámara GDV), para así establecer las estrategias de salud más adecuadas a cada persona, apoyando los mecanismos de autorregulación del cuerpo, para alcanzar el equilibrio y el bienestar físico, mental, emocional y espiritual.