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Aprende a gestionar tu energía vital y gana en salud

Energía vital y salud están muy relacionadas.

Por suerte nos ha tocado vivir una época de grandes avances en el conocimiento de la espiritualidad, es decir, de quienes somos en realidad y cómo funciona el mundo en el que vivimos.

Ahora sabemos con certeza científica que todo en el universo es energía en diferentes estados, vibrando a una frecuencia determinada. El concepto de vibrar a una cierta frecuencia es como decir que aquello que vibra o resuena a poca frecuencia es más sólido, y aquello que vibra muy rápido, a una frecuencia muy alta, es más “etéreo”. Este concepto es importante para entender mejor que además del cuerpo físico tenemos un cuerpo energético que no vemos, pero sí podemos sentir.

Nuestro cuerpo-mente-espíritu es una máquina perfectamente equilibrada y preparada para asumir los diferentes procesos fisiológicos, mentales y emocionales de nuestra vida diaria. Dichos procesos son llevados a cabo con energía, la energía vital, que gestionamos para atender los procesos cotidianos: trabajo, reuniones sociales, actividad mental y fisiológica.

Pero esta energía vital es limitada y cada día, nos desgastamos en los múltiples procesos internos que llevamos a cabo. También diariamente recuperamos esa energía mediante el descanso (sueño), el aire (la respiración), el contacto con la naturaleza, la luz solar y la nutrición.

Ya he escrito en varias ocasiones sobre el sistema energético y la energía vital, pero en este artículo quiero profundizar un poco más. Con ello quiero transmitir lo importante que es cuidar nuestro sistema energético para conseguir estar en unas condiciones óptimas de salud, no sólo a nivel físico sino también a nivel mental, emocional y espiritual.

¿Cómo es nuestro Sistema Energético y nuestra energía vital?

Como ya he comentado, más allá de nuestro cuerpo físico, pero íntimamente unido a él, disponemos de un sistema energético, igual que tenemos un sistema circulatorio o un sistema nervioso. Este sistema energético es bastante complejo, pero es interesante conocer sobre todo el aura, y principalmente su primera capa, el cuerpo etéreo, y los chakras o centros energéticos.

Sólo voy a dar una explicación ligera sobre cada una de estas partes porque cuando conocemos y entendemos, nos es más fácil tomar conciencia.

Aura:

Es la parte del sistema energético más conocida, y está formada por 7 capas. La primera de ellas es el cuerpo etéreo, y por encima se sitúan el cuerpo emocional que gestiona nuestras emociones, y el cuerpo mental, encargado de la gestión de nuestros pensamientos.

Cuerpo Etéreo:

Es la energía que nos recubre físicamente, la que podemos notar en contacto con nuestra piel. Está muy interrelacionado con el cuerpo físico (es una réplica energética exacta del cuerpo). Por eso mantener una buena salud energética es fundamental para tener una buena salud física. Si tu cuerpo etéreo está fuerte, tendrás principalmente sensación de vitalidad. Al contrario si tu cuerpo etéreo está debilitado, te sentirás cansado y sin fuerzas.

El cuerpo etéreo es la suma de la matriz etérea más la red de canales energéticos.

Matriz etérea:

La matriz etérea está formada por la energía vital (en algunas culturas llamada «prana» o «chi»). Esta energía vital se distribuye por todo el cuerpo (órganos, tejidos, músculos, arterias,… ) a través del sistema de canales energéticos.

Sistema de canales energéticos:

También llamados meridianos, nadis,…, conforman una tupida red energética por donde circula la energía vital.

En nuestro cuerpo hay miles de canales de energía que se encargan de transportar por todo el organismo la energía vital necesaria para nuestra supervivencia. Hay tres canales principales llamados Sushuma, Ida y Pingala, que conectan los chakras principales entre sí.

Chakras:

La palabra «chakra» viene del sánscrito y significa rueda o vórtice. Los chakras son por tanto centros de concentración de la energía donde confluyen una serie importante de canales, que distribuyen la energía vital por todo el cuerpo. Hay 7 chakras principales y cada uno de ellos está relacionado con una de las glándulas endocrinas más importantes de nuestro cuerpo físico. También cada chakra se asocia a órganos y funciones concretas del cuerpo controladas por la glándula endocrina asociada a dicho chakra.flujo energía vital tras meditación

El cuerpo etéreo atrae las energías vitales del sol y de la tierra, las acumula y las conduce al cuerpo físico a través de los chakras y los canales energéticos, para mantener nuestras funciones vitales en equilibrio. Esta primera capa del aura, es a la vez como un manto protector para impedir a los gérmenes patógenos y a los contaminantes penetrar en nuestro cuerpo.

Una protección natural

Esta protección natural significaría que, en realidad no deberíamos enfermar debido a causas externas. Por lo tanto, las causas últimas de un desequilibrio o afección radicarían sobre todo en nosotros mismos. Los pensamientos y las emociones negativas pueden consumir nuestra energía vital. Pero también, la forma de vida a la que sometemos a nuestro cuerpo (alimentación insana, abuso de sustancias tóxicas, contaminación,…), 

Así la irradiación natural se debilita, surgiendo zonas débiles en nuestro sistema energético, que si no somos capaces de reparar nos pueden hacer enfermar. Y además, a través de estas zonas debilitadas también podemos perder parte de nuestra energía vital.

La energía vital

Como he comentado antes, todos los procesos de nuestra existencia requieren energía (la energía vital). Nuestro organismo gestiona esta energía para llevar a cabo todas nuestras funciones correctamente. Esta energía vital se desgasta y se repone cada día, pero no siempre es suficiente. Una mala noche o un disgusto inesperado, el estrés, una alimentación poco sana, pueden hacer que nuestra energía se desgaste más rápidamente. Y también que no se recargue como es debido, mermando así el resto de nuestros procesos y sintiéndonos agotados y desequilibrados.

¿Cómo puedes gestionar mejor tu energía vital y ganar en salud?

Según lo anterior, el origen de las disfunciones de nuestro cuerpo físico lo vamos a encontrar en nuestro cuerpo energético. De ahí la importancia de mantenerlo en buen estado y en equilibrio para evitar en lo posible que los desequilibrios lleguen al cuerpo físico.

Hay muchas cosas que podemos hacer para mantener una buena salud bioenergética:

  • Con la alimentación

    Puesto que la energía vital la recargamos a través de nuestra nutrición, es importante que cuides tu alimentación. Evita los azúcares, las harinas refinadas, disminuye el consumo de alimentos procesados y de carnes rojas. Y cuida también el agua que bebes. Puedes leer sobre ello en estos otros post de mi blog: «Alimentos ecológicos para mejorar tu salud y energía», y «Vivimos el agua que bebemos» 

  • Con el ejercicio y el descanso

    Muévete (pasea, baila, sube y baja escaleras, mueve tus articulaciones,…), sobre todo en la naturaleza, y si hay sol mucho mejor. Y enraízate, anda descalzo siempre que puedas, sobre la tierra, la hierba o también sirven superficies naturales, como un suelo de barro. Pero también descansa lo suficiente, escucha a tu cuerpo cuando te avisa de que necesita descanso.

  • Con la respiración

    Respira. La respiración nos aporta la energía necesaria para revitalizar nuestro cuerpo, sentirnos bien, y vivir en armonía y equilibrio. En el ebook «Aumenta tu Energía Positiva» puedes encontrar varios tipos de respiración que te ayudarán a activar tu energía vital. Puedes descargarlo gratis aquí.

  • Con la meditación

    Aprende a calmar tu mente. Algunos investigadores hablan de unos 60.000 pensamientos diarios, y para colmo la mayor parte de ellos son negativos. Esta intensa actividad mental consume una enorme cantidad de nuestra energía vital. Por eso es clave aprender a gestionar y a controlar nuestra mente, para que sea productiva y no destructiva.

    Una de las mejores herramientas que puedes aprender para apaciguar a tu mente es la meditación. La práctica regular de la meditación ha demostrado muchos beneficios. Como por ejemplo, mejorar el estado general de salud, disminuir la ansiedad, la depresión y el estrés, mejorar el sistema inmunológico, reducir el dolor,…

  • Hay numerosos estudios científicos que avalan todos estos beneficios para la salud física y psico-emocional. Meditar es muy sencillo, ya que no necesitas dejar la mente en blanco, sólo consiste en estar y observar lo que acontece…

Aquí tienes algunos artículos, cursos y recursos sobre meditación:

*Pautas para iniciarse en la meditación

*Impacto de la meditación sobre la salud y el bienestar

*Taller de Iniciación a la meditación

¡Te animo desde ya a probarlo. Empieza poco a poco, con meditaciones guiadas,… y verás los resultados!

 

¿Te quedan dudas? ¿Quieres saber más? Déjame tus comentarios y te contestaré enseguida.

 

yolanda

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