Adaptarse a los cambios, fluir y disfrutar
Cuando crees que tu vida está ya organizada de forma estable, de pronto algo cambia, y esa seguridad desaparece o se desestabiliza. Por ejemplo, la pérdida de un empleo, los hijos que se van de casa, una ruptura sentimental…
¿Cómo adaptarse a los cambios para mantenernos en equilibrio?
Cuando algo cambia
En general nos gusta pensar que para poder ser felices y vivir tranquilos, todo debe ser estable y seguro, y que nada cambia. Pero realmente no es así. Nada permanece, todo está en constante cambio, empezando por nosotros mismos, aunque no seamos conscientes de ello. De ahí la importancia de saber adaptarse a los cambios.
Porque cuando el cambio es tan importante que ya no nos queda más remedio que asumirlo, es cuando nos enfadamos, sacamos toda nuestra rabia y nuestra ira. O bien, seguimos actuando como si nada hubiese ocurrido. Nos cuesta cambiar, porque los cambios nos hacen salir de nuestra zona de confort. Entonces, solemos recibir los cambios desde la crítica, el rechazo o el juicio, con enfado y con enfrentamiento, o ignorándolos.
Pero esto lejos de ayudarnos, lo que consigue es que nos sintamos peor, que se genere un malestar interno que puede reflejarse incluso físicamente en forma de dolencia o enfermedad, ya que estas actitudes consumen gran cantidad de energía.
Adaptarse, fluir y disfrutar
Hay que adaptarse a los cambios, dejarse fluir y disfrutar de ello.
Fluir significa aceptar lo que llega y aceptar lo que se va. En definitiva, aceptar que todo cambia, que nada es permanente.
Al igual que las ramas de un árbol se adaptan al viento cambiante, nosotros debemos ser flexibles para poder adaptarnos a los cambios, a las nuevas circunstancias de nuestra vida.
Cambiar es evolucionar, quedarse quieto es estancarse. Cuando nos resistimos a lo que llega, estamos impidiendo que la vida fluya a través de nosotros. Nos oponemos a su ritmo natural.
El primer paso: la aceptación
El primer paso para adaptarse a los cambios que se producen es la aceptación.
La aceptación debe ser siempre desde la tranquilidad, desde la serenidad, desde el conocimiento de que está ahí. Con la aceptación, conseguimos liberarnos de la angustia, la ansiedad o el miedo que el cambio nos genera. Así, permitimos que la energía pueda fluir más libremente.
Por lo tanto, una vez aceptado el hecho o la situación que nos incomoda, estamos en disposición de pensar sobre ello y de poner nuestra energía en buscar la mejor forma de adaptarnos a ese cambio,… y seguir evolucionando.
Cómo conseguir la serenidad necesaria
Las Terapias Energéticas son técnicas de sanación holística que permiten alcanzar el equilibrio, la armonía y el bienestar tanto a nivel físico, como mental, emocional y espiritual. De esta forma, conseguimos que la energía fluya mejor por los canales de nuestro cuerpo.
También, la Meditación es una herramienta maravillosa para ir hacia nuestro interior. Y desde allí, desde la serenidad que nos proporciona ese refugio de paz y tranquilidad que está dentro de nosotros, podemos llegar más fácilmente a la aceptación de todo aquello que nos rodea, nos guste o no, y a poder encontrar la manera de cambiar y evolucionar.