Azúcar y salud: La «dulce» verdad
Se han escrito varios artículos muy interesantes sobre azúcar y salud, que confirman lo que ya se viene sabiendo hace tiempo, que lo que realmente hace daño, engorda y te hace enfermar, no es la grasa sino el azúcar.
El Dr. Mark Hyman, autor del libro «La solución del azúcar en la sangre», comenta que el azúcar en todas sus formas es la causa de la epidemia de obesidad en Estados Unidos, y de la mayoría de las enfermedades crónicas.
Las enfermedades del corazón, el cáncer, la demencia, la diabetes tipo 2, la depresión y hasta el acné, la infertilidad y la impotencia, parecen tener relación con un consumo elevado de azúcar y también de harinas.
El azúcar es ocho veces más adictivo que la cocaína
Además de la relación entre azúcar y salud, parece que la harina es todavía peor, ya que se ha visto que eleva el azúcar en sangre más que el azúcar de mesa, incluso la harina integral.
Ser adicto a la harina y al azúcar no es un trastorno emocional. Es un trastorno biológico, impulsado por las hormonas y los neurotransmisores que estimulan el consumo incontrolado de azúcar y carbohidratos.
En un estudio sobre azúcar y salud, científicos de la Universidad de Harvard demostraron que un batido de alto contenido en azúcar (en comparación con uno de bajo contenido en azúcar) aumentaba la insulina y el azúcar en la sangre. Pero además, produjo modificaciones en el cerebro «encendiendo» el centro cerebral de las adicciones.
10 claves para «desintoxicarse» del azúcar
Por todo ello, para mantener una buena salud, es necesario romper el círculo vicioso del consumo de azúcares y carbohidratos.
Se proponen 10 claves para «desintoxicarse» del azúcar:
1. Tomar la decisión de hacerlo
2. Ser estricto, es decir, dejar de consumir todos los tipos de edulcorantes artificiales, productos de harinas y azúcares, y dentro de lo posible, evitar cualquier alimento que venga en una caja, paquete o lata, o que tenga una etiqueta
3. No beber calorías (refrescos, bebidas deportivas, jugos de frutas, tes o cafés azucarados,…)
4. Tomar proteínas en cada comida, especialmente en el desayuno, es la clave para equilibrar el azúcar en la sangre y la insulina, y para cortar los «antojos compulsivos»
5. Comer todos los carbohidratos que quieras, pero de los «buenos». Estos son los de los vegetales que no contienen almidón: brócoli, coliflor, espárragos, judías verdes, champiñones, cebollas, calabacines, tomates, hinojo, berenjena, alcachofas y pimientos, por nombrar sólo unos cuantos. Evitar las patatas
6. Combatir el azúcar con grasa «buena». La grasa buena no engorda, el azúcar sí. Es muy recomendable, junto con las proteínas ingerir en todas las comidas grasas provenientes de frutos secos, aceite de oliva, aguacates, y los omega-3 de los pescados
7. Llevar siempre consigo algo sano para «picar» entre horas, como nueces, almendras,…
8. Evitar el estrés. Se ha demostrado que respirar profundamente activa el nervio vago, eliminando el estrés. Para ello sólo hay que respirar 5 veces, contando hasta 5 en cada inspiración y en cada exhalación, antes de cada comida.
9. Evitar el gluten y los lácteos, que junto con azúcares, harinas y grasas trans, producen inflamación
10. Dormir bien. El sueño es la mejor manera de luchar contra el impulso de comer en exceso