Cómo practicar la atención plena: una propuesta diferente para estas vacaciones
¿Atención plena y vacaciones son compatibles?
Las vacaciones, que parece que nunca llegan, ya están aquí. Yo ya me estoy preparando para irme unos días. Y cuando me pongo a planificar un poco lo que quiero hacer estos días, la tendencia es a querer estirar el tiempo lo más posible. Siempre queremos hacer tantas y tantas cosas, que en vez de relajarnos y descansar al final acabamos agotados.
He leído hace poco que «la atención plena es el arte de vivir de forma consciente»
Lo que quiero proponerte para estas vacaciones es justo eso, «vivir de forma consciente». Es decir, practicar mindfulness (atención plena) en tus actividades diarias, también en vacaciones.
Porque mindfulness también es jugar, comer, bañarse, hacer deporte, dar paseos, tomarse un helado o sentarse a disfrutar del paisaje.
Padres atentos-Niños atentos
Si tienes hijos pequeños (o no tan pequeños), también puedes practicarlo con ellos. Se sabe que los niños atentos se concentran mejor, tienen menos ansiedad, son más empáticos y más conscientes de sí mismos. Y seguramente, por todo ello, son más felices. Pero para tener niños atentos, necesitamos padres atentos. Los padres atentos están más conectados con sus hijos, son más sensibles a sus necesidades, tienen un mayor equilibrio emocional, y gestionan mejor su estrés.
Por todo ello, te voy a hacer varias propuestas para desarrollar tu atención plena y la de tus hijos estas vacaciones. Comprobarás que cualquier momento de tu día a día es bueno para practicar la atención plena.
Puede ser comiendo, jugando o simplemente respirando… Al final, se trata de conectar con la vida, de estar y ser aquí y ahora.
Prácticas de atención plena para las vacaciones
*Un barquito en tu tripa
Ésta es una práctica de respiración consciente que puedes hacer solo o con los niños.
La respiración es la mejor herramienta para mantenernos en el momento presente. Es un ancla para estar en el aquí y el ahora.
Puedes utilizar un barquito de juguete, o mejor hacer uno de papel (y que tu hijo te ayude a colorearlo).
Túmbate, o dile a tu hijo que se tumbe, en el suelo boca arriba, poniendo el barquito sobre la tripa. Al inspirar vas a provocar una ola que va a mover el barco desde tu tripa hasta tu pecho. Contempla cómo el barco sube y baja con cada respiración. También puedes observar cómo cambia el ritmo de las olas según si respiras más lento o más rápido.
Esta práctica puede también ayudar a darte cuenta de que una respiración profunda y más pausada te relaja. Al contrario de lo que ocurre cuando estás enfadado o nervioso, que tienes una respiración más rápida.
*Comiendo fruta con atención plena
La comida también puede ser divertida, si nos permitimos jugar y experimentar.
Prepara una fuente con frutas diferentes. Ahora en verano hay mucha variedad.
Con los ojos vendados, empieza a comer las frutas de una en una (o tápales los ojos a los niños y ve dándole las frutas a ellos).
Se trata de saborearlas muy lentamente, y finalmente de adivinar qué fruta es.
También puedes primero tocarlas, luego olerlas y después comerlas. Así utilizarás otros sentidos en atención plena.
*Un paseo por la naturaleza
Aprovecha las vacaciones para pasear. Ya sea por la montaña, la playa, un parque o el bosque.
Puedes empezar por observar tus pasos. Cómo sientes el contacto de tus pies con el suelo.
Pon atención en descubrir las diferentes tonalidades de verdes de las plantas y árboles.
Observa los colores de las piedrecitas y conchas o caracolas si paseas al borde del mar.
Siéntate tranquilamente y escucha los sonidos de la naturaleza, los pájaros, el viento,…
Aunque sea un paisaje que ya conoces, con la atención plena, seguro que descubres algo nuevo o lo ves de manera diferente.
Intenta siempre darte cuenta de los pequeños detalles.
*Un escondite inglés diferente
Se puede jugar con niños o mayores.
Es como el clásico escondite inglés, pero en lugar de «1, 2, 3 al escondite inglés si mover las manos ni los pies», decimos «1, 2, 3 al escondite inglés, una estatua quiero ver».
Se puede decidir qué tipo de estatua hacer (pata coja, agachados, de espaldas, etc).
Otra versión es realizar una postura de yoga, por ejemplo el árbol o la montaña.
El objetivo es quedarse inmóviles, intentando no caerse, y tomando consciencia de nuestro cuerpo.
*Tranquilos y atentos como una rana
Ésta es una buena manera de iniciarse en la meditación tanto adultos como niños.
Las ranas se pueden quedar muy quietas durante mucho rato, sólo contemplando lo que acontece a su alrededor. Respirando con mucha calma.
Se trata simplemente de sentarse y respirar como una rana.
Con la atención plena en la respiración, observa como la tripa se hincha y se deshincha con la respiración.
Por último, unas palabras de Buda para la reflexión:
No creas en lo que has oído.
No creas en la tradición porque provenga de muchas generaciones.
No creas en algo porque se ha hablado muchas veces.
No creas en algo porque ha sido escrito por algún viejo sabio.
No creas en las conjeturas.
No creas en la autoridad, los maestros o los ancianos.
Pero después de observar y analizar detenidamente una cosa, cuando esté de acuerdo con la razón y beneficie a uno y a todos, entonces acéptala y vive conforme a ella.
Practica la atención plena, observa y analiza sus beneficios, acéptala y vive conscientemente.
¡Felices vacaciones!
¿Quieres iniciarte en la práctica de Mindfulness?
Me encantaría leer tus comentarios sobre si has practicado o no alguno de estos juegos que te propongo.