Cómo llegar a la calma en medio de una tempestad. Mindfulness y la «pequeña tortuga»
Todos necesitamos vivir con serenidad, en paz, y sentir que la vida fluye a nuestro favor. Aunque no siempre somos conscientes de ello. Pero una vez que practicas y compruebas en ti mismo los beneficios de Mindfulness, lo que te preguntas es ¿pero por qué no he vivido así antes?
Pero, ¿qué es Mindfulness?
La primera vez que oí hablar de Mindfulness, lo que pensé es: esto es la meditación llevada a todas las actividades cotidianas. Es, como la meditación, simplemente estar. Es estar en cada momento en lo que estás, en el momento presente. Vivir cada instante, el aquí y el ahora. Poner tu atención mental en cada actividad que realizas. Sin irte a las culpabilidades de temas del pasado ni a las preocupaciones de temas futuros.
Thich Nhat Hanh, es un gran maestro vietnamita. En su libro Cómo lograr el milagro de vivir despierto,
un libro maravilloso con unas ilustraciones muy bonitas, comenta que según el Sutra (texto budista) de la atención mental: “mientras se friegan los platos, uno debe estar solamente fregando los platos”. Porque si mientras friegas los platos estás pensando en la taza de té que te vas a tomar después, o en cualquier otra cosa del futuro, entonces no estás vivo durante el tiempo que tardas en hacerlo. Si no puedes “fregar los platos para fregar los platos”, tampoco podrás disfrutar de la taza de té porque mientras te la bebes estarás pensando en otras cosas. De esta forma, estarás siempre absorto en el futuro y serás incapaz de vivir un solo momento de tu vida.
Mindfulness es una herramienta que nos ayuda a disfrutar de la vida. Nos permite sentir cada momento de nuestra vida con la misma intensidad y capacidad de sorpresa que tiene un niño. También, reaprender a estar presentes, a contemplar cada acto de nuestra vida sin las interferencias de nuestra mente. Una mente acostumbrada a llevarnos de aquí para allá sin descanso. Nos aporta además, con su práctica, una mayor capacidad de concentración, una mayor claridad mental. Y también, el poder afrontar cualquier situación de nuestra vida desde la calma y la serenidad. De esta manera seremos más eficientes en la resolución de cualquier acontecimiento.
Mindfulness no es sólo una moda
Es una forma de ser y de hacer. Algo por tanto que hay que incorporar a cada faceta de la vida en cada momento. Para poder incorporarlo a nuestra vida, es esencial entenderlo. Y comprender los beneficios que nos aporta a nosotros individualmente, y también a todo nuestro entorno.
Creo que Mindfulness no es sólo una moda, sino que ha venido para quedarse. Y de la forma que lo está haciendo es fácil que se implemente poco a poco sin resistencia. Así deben hacerse las revoluciones, mostrando y demostrando que las cosas pueden mejorarse en muchos sentidos. No se trata de dar la vuelta a todo porque sí. Se trata de ir introduciendo “sin dolor” aspectos de nuestro potencial que teníamos olvidados, y que ahora estamos recuperando.
Los 4 pilares de Mindfulness: Calma, Enfoque, Comprensión, Responsabilidad
La calma, el enfoque, la comprensión y la responsabilidad son cualidades innatas del ser humano. Sin embargo, se van quedando sepultadas en nuestro interior porque vamos añadiendo otros ingredientes de nuestro ego. Pero realmente están ahí, y estamos en una época de apertura de conciencia que facilita enormemente el “trabajo de desescombro” dentro de nosotros para que aflore todo esto.
Por eso, porque es el momento, esta “forma de ser y de hacer” triunfará. Y por una vez no es algo sólo de los adultos. Los mayores implicados deben ser los niños y los jóvenes, para que crezcan sin sufrimiento, disfrutando de la vida, como tiene que ser.
¿Por qué es importante aprender a calmarse?
Cuando sentimos inquietud es más difícil prestar atención. También disminuye nuestra capacidad de concentración, y por lo tanto aumenta las probabilidades de cometer errores.
¿Qué significa estar enfocado?
Poner la atención en aquello que estás haciendo, y mantenerla a pesar de las distracciones que puedan llegar.
¿Qué entendemos por comprensión?
Vivir más enfocados nos ayuda a entender cómo vivimos, cómo sentimos, cómo nos relacionamos. En definitiva nos ayuda a conocernos mejor.
Aprendiendo a responsabilizarnos
Cuando prestamos más atención, somos más conscientes de nuestros actos y de sus consecuencias.
Empezando por la calma
La respiración es una de las mejores herramientas que conozco. Puede ayudar a calmarnos cuando sentimos que la ira o el enfado se están apoderando de nosotros. Nos ayuda a parar y reflexionar antes de reaccionar.
En Mindfulness existe un ejercicio que se llama «respiración ancla» porque te permite mantenerte asentado, incluso en medio de una tormenta, como si fuera el ancla de un barco.
Se trata simplemente de llevar tu atención a tu respiración, y contar cada exhalación, estando presente en cada una de ellas.
Es posible que pierdas la cuenta en algún momento. Pero en el momento que te des cuenta de ello, sólo vuelve a contar desde el último número que recuerdes haber contado.
El cuento de la pequeña tortuga
Para enseñar a los más pequeños, y no tan pequeños, a calmarse, puedes contarles «el cuento de la pequeña tortuga».
Esta pequeña tortuga tenía siempre muchos problemas con sus compañeros y los profesores en el colegio. Porque por cualquier pequeña cosa, se enfadaba o «saltaba» enseguida. Un día una anciana y sabia tortuga le enseñó que la solución a sus problemas la tenía justo encima de ella. Era su caparazón. Y así, cuando notaba que el enfado venía, se metía en su caparazón. Allí, contaba hasta 10 y esperaba a que se le pasara el enfado.
Esto mismo lo podemos poner en práctica para evitar reaccionar de forma desmesurada ante una situación que no nos gusta. Sólo hay que esperar, contar 10, y así desde la calma responder en vez de reaccionar.
¿Quieres iniciarte en la práctica de Mindfulness?
Si utilizas otras técnicas para calmarte, o si «explotas» muy a menudo y no consigues calmarte, comparte tu experiencia. Me encantará recibir tus comentarios.