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La mejor manera de calmar el «parloteo» de tu mente

La mente humana es una herramienta maravillosa que permite crear y desarrollar tecnologías increíbles, y nos ayuda a progresar, pero si no tienes cuidado puede llegar a controlarte y hacerse dueña de toda tu atención.

La mente es una auténtica fábrica de pensamientos, y si tú se lo permites, estará constantemente «parloteando» y haciendo comentarios sobre todo lo que haces, ves, dices, tocas, hueles, saboreas y oyes, es decir que tu mente si la dejas se va a encargar de narrar toda tu vida, explicando, comparando y juzgando, en lugar de permitirte vivir la experiencia.

Es como probar un vino, y en lugar de saborearlo, analizamos su sabor, olor, textura, etc, perdiéndonos gran parte de la experiencia de paladearlo. La mente es una herramienta maravillosa, pero tienes que asegurarte de que eres tú quien la usa y no ella la que te usa a ti.

Aprende a controlar tu mente para tu beneficio

A través de la meditación podemos aprender a controlar nuestra mente, pero además en nuestro día a día también debemos intentar vivir cada momento sin dejarnos llevar por el impulso de narrar a cada instante nuestras experiencias y juzgarlas.

Aquietar nuestra mente nos permite escuchar el silencio que se esconde detrás de todo ese parloteo mental, nos ayuda a llegar a nuestro refugio de paz y serenidad, y a darnos cuenta de que somos nosotros los que tenemos el poder. Ese refugio se encuentra en nuestro interior, y podemos llegar a él una vez que conseguimos trascender nuestra estructura mental, una vez que conseguimos calmar nuestra mente.

Silenciar la mente significa permanecer en el presente, en el aquí y el ahora que es el único momento que está sucediendo, el único momento real. El pasado ya no está y el futuro todavía no ha sucedido, por lo tanto no son reales. Lo esencial es estar en el momento presente, contemplar lo que acontece, sin juicios ni valoraciones.

¿Qué tipo de meditación utilizar?

Hay muchos tipos de meditación, y por lo tanto muchas formas de calmar la mente.

Por ejemplo, la meditación trascendental, en la que permitimos las cadenas de pensamiento pero sin implicarnos en ellas.

La meditación con visualización en la que la persona que medita provoca imágenes voluntariamente, al igual que se hace en la meditación guiada. Podemos imaginar que nuestros pensamientos son nubes, o troncos que bajan en un río, y los observamos dejándolos seguir su camino, pero sin engancharnos a ellos.

Otras meditaciones se basan en la observación de ciclos vitales, por ejemplo la respiración, los latidos del corazón, la atención en el tercer ojo.

En la meditación Vipassana, que es la que Buda utilizó en el momento de su iluminación, se concentra la mente en un objeto único de meditación (el amor, la compasión, la unidad de las cosas,…) para analizarlo en todos sus aspectos.

Cualquiera de ellas es válida, pero quizás para empezar la meditación guiada con visualización sea la manera más sencilla de ir incorporando la meditación como un hábito en nuestro día a día. Si además se realiza en grupo, la energía que se genera en la sala facilita la entrada en el estado meditativo y el mantenimiento de la atención.

En la meditación guiada podemos realizar visualizaciones con diferentes objetivos:

desconectar de las preocupaciones

 

restablecer la energía interior

 

conseguir la armonía interior y mental

 

sentirnos más seguros, valorados y apreciados

 

mejorar la ansiedad

 

conciliar el sueño

 

 mitigar el estrés

¿Cuánto tiempo tengo que estar meditando?

Los expertos aconsejan meditar durante 20-30 minutos todos los días para obtener todos los beneficios que la meditación ha demostrado en numerosos estudios científicos realizados, pero como en cualquier otra práctica que realicemos, lo mejor es ir incorporándola poco a poco.

La meditación es sobre todo una experimentación personal, y por eso tú debes ir probando y comprobando qué es aquello que mejor se adapta a ti. Para empezar, te propongo un ejercicio para meditar durante sólo 1 minuto.

meditando

Ejercicio para el día a día:  Técnica de Meditación en 1 minuto, …o 1 instante

Para meditar cuando lo necesites…, cuando sufras estrés, enfado, si tienes problemas para dormir, o ansiedad, o necesitas encontrar la solución a un problema con mayor claridad mental…

Encuentra un lugar adecuado donde durante más o menos 1 minuto nadie te moleste (si estás trabajando, cierra la puerta y pide a los demás que no te interrumpan durante el próximo  minuto).

Siéntate en una silla con los pies apoyados en el suelo, con la espalda recta como si un hilo imaginario saliese de tu coronilla hacia el cielo, las manos apoyadas en tus rodillas, con las palmas hacia abajo o hacia arriba, o sobre el regazo, como prefieras.

Cierra los ojos, relaja el rostro y esboza una ligera sonrisa…

Durante un minuto, sólo concéntrate en tu respiración, en como el aire entra y sale por tus orificios nasales.

Es normal que incluso en 1 minuto vengan pensamientos a tu cabeza. No pasa nada. Cuando te des  cuenta, sólo vuelve tu atención a tu respiración, sin disgustarte contigo.

Al finalizar, abre los ojos lentamente, y percibe cómo te sientes, más relajado, más despejado, tu mente más clara y tranquila,…

Puedes repetir este minuto de meditación tantas veces como quieras y en cualquier situación, mientras esperas en la consulta del médico, o en la peluquería, o en una reunión aburrida. Incorpóralo a tu día a día tantas veces como puedas.

Si quieres empezar a meditar, puedes apuntarte al próximo Taller de Iniciación a la Meditación.

¡Prueba el ejercicio y cuéntame tu experiencia dejando tu comentario más abajo!.

yolanda

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